Estás metido de lleno en el mundo del emprendedurismo. Ahora te resta saber sobre hosting, para no quedarte por fuera del universo virtual.
¿Sabes ya qué es un servidor web? Si no la tienes muy en claro, te contamos de manera sencilla lo que necesitas saber.
Para poder publicar un sitio web o abrir una tienda online, en caso de que sea tu idea para comercializar tus productos o servicios, hay que tener dónde "˜'guardarlos''. Ese almacén es lo que recibe el nombre de alojamiento web o hosting.
Un servidor web permite alojar tu información en forma de página y la hace accesible al público en general. En otras palabras, no es más que un disco duro externo que siempre está conectado a Internet.
Usos del hosting
Tal vez te preguntes para qué te sirve un alojamiento web. Al contratar los servicios de uno, lo que estás contratando es básicamente tener un espacio en un servidor. Normalmente, se usan para alojar páginas web, pero tienen otros usos muy prácticos, como lo son almacenar contenido, que puede ser imágenes, video, audios, mapas, entre otros.
Puedes tener también tu propio nombre de dominio y esto le da a tu emprendimiento la imagen profesional que estás buscando darle en el mundo online.
Hay diferentes tipos de hostings y muchas compañías que ofrecen alojamiento web. Antes de decidirte por uno, tendrías que tomar en consideración algunas cuestiones básicas como las siguientes:
1. Memoria y potencia:
Cada visita a tu sitio consume memoria (RAM) y potencia (del procesador). Tanto una como la otra definen qué tan rápido cargará tu página. Si no tienes suficiente capacidad para ello, la página simplemente se cae o navegarla se torna muy, pero muy lento.
2. Ancho de banda:
La potencia deberá ser uno de los factores determinantes a la hora de escoger qué hosting te conviene. Si no dispones de capacidad de procesamiento, no aprovecharás todo el espacio de almacenamiento que estás contratando.
3. Sistema operativo:
¿Qué es mejor, Linux o Windows? Esto dependerá de si tu página es estática "”solo formato .html con contenido fijo"” o dinámica "”páginas con contenido que cambia porque tiene carrito de compras, blog, etc. "”. La segunda requiere de más potencia que la primera.
4. Seguridad:
Qué tanta protección ofrece tu futuro hosting es una de las preguntas que debes hacerte. La respuesta la encontrarás en aquella compañía que te proporcione la mejor combinación de hardware y software de última generación, con actualizaciones periódicas.
El tema de la seguridad es clave ya que estarás protegido contra ciberataques, caídas del sistema y consiguiente pérdida de información y datos, infecciones por virus, entre otros factores.
5. Soporte técnico:
La compañía que contrates para hosting debe ofrecerte un plan de soporte técnico las 24 horas del día, los 365 días del año en una situación ideal, además de soporte vía correo electrónico, chat o teléfono, en caso de que se te presenten problemas técnicos.
6. Emails personalizados:
Si necesidad de usar servicios gratis extra, como Gmail, Yahoo, entre otros, puedes enviar y recibir correos para comunicarte con tu público.
7. Copias de seguridad o backup:
Algo básico, pero no por ello menos importante. Si alguna catástrofe digital llegara a ocurrir, tus datos e información estarían respaldados por las copias de seguridad, lo que permitirá recuperar lo que tenías almacenado previamente en el servidor.
8. Otras funcionalidades:
Sin tener que pagar extra para poder tener tus propios servicios como por ejemplo galerías, uso de wigdets, formularios, entre otros, y así poder aumentar las funciones de tu sitio web.
Tipos de servidores
Si bien los dos tipos de alojamiento web más conocidos son el compartido y el dedicado, hay otras variantes. Su uso depende de las necesidades que tengas que cubrir en tu negocio. Veamos de qué se trata cada uno de ellos.
1. Servidor compartido:
Son aquellos servidores que atienden a más de un cliente, que comparten sus funciones con varios a la vez; es decir, un mismo servidor aloja varios sitios web al mismo tiempo.
2. Servidor dedicado:
Son aquellos alojamientos web que se centran en un único cliente, a un solo sitio web. Con este tipo de servidor, tendrás el total control del mismo.
3. Servidor de correo:
Son los que se dedican a enviar y a almacenar mensajes de email mediante los protocolos ya conocidos: POP3, que es el más común, SMTP, IMAP y HTTP.
4. Servidor FTP:
Permite el intercambio ultraseguro de datos mediante la transferencia de archivos o de ficheros. Son usados normalmente para hacer copias de seguridad.
5. Servidor proxy:
Un tipo de servidor cuya función principal es controlar el contenido entre el tráfico que entra a una página y el servidor final. Es decir que sirve como filtro. Normalmente, se usa para trabajar a distancia.
Tener la mejor calidad en cuanto a hosting requiere contar con presupuesto para tal fin y para ello, tienes que estar ya decidido a dar el salto de ser emprendedor a empresario digital.
La inversión la tienes que pensar en plazos porque será un beneficio a mediano o a largo plazo que depende de qué tipo de sitio estés pensando en lanzar. Elegir un servidor también depende del tráfico que tengas, la función y el número de visitas que tendrás.
Como consejo final, no te fijes solamente en cuánto almacenamiento te ofrecen los servidores. Trata de comparar otras características, como las que te mencionamos arriba, para no limitarte ni escoger a la ligera.