Muchas veces escuchamos hablar de inteligencia emocional, y de la importancia de su aplicación para el éxito personal y profesional. Para saber como aplicarla, es primordial antes comprender su significado. Entre múltiples definiciones, entendemos en nuestro blog que la inteligencia emocional es la capacidad de mantener emociones equilibradas y positivas que generen empatía con el entorno, y una toma de decisiones sabias y saludables.
Es muy común y seguramente habrán visto en su experiencia profesional, encontrarse en posiciones jerárquicas o en cargos docentes con algunas personas que sin dudas tienen un gran conocimiento en aspectos específicos como pueden ser marketing, comunicación, programación, etc., pero que sin embargo no lograron cumplimentar sus objetivos porque carecen de esta habilidad.
En SitioSimple investigamos cómo es posible desarrollarla, y te lo sintetizamos en cuatro pautas claras, posibles de aplicar y de evaluar cómo lo estás logrando.
1. La sinceridad hacia uno mismo es la clave inicial
No hay peor obstáculo en el camino que mentirse a uno mismo. Culpar y responsabilizar a las demás personas o a la sociedad no es más que una mera forma de esquivar el verdadero rol que cumplimos en las situaciones.
Creer y depositar en el afuera las desgracias o las derrotas fomentan la frustración, y se instauran en la mente un conjunto de creencias nocivas que luego en un futuro se volverán a implementar de manera casi inconsciente.
Por el contrario, la capacidad de entablar un diálogo interno sincero, reconocer los errores, estar abierto al cambio, aprender y perdonarse conllevan a una depuración de las emociones negativas y constituyen una psiquis fuerte y con resistencia a los problemas y crisis .
«La honestidad es el primer capítulo en el libro de la sabiduría» (Thomas Jefferson)
2. Animarse a explorar el mundo y conocer gente diferente a tí
Los estilos de vida sectarios , los estereotipos y los prejuicios no son más que un fantasma camuflado del miedo a ser aceptado o a pertenecer . Desde pequeños se nos ha inculcado ciertos patrones de conducta que tienen a relacionarse sólo con personas que compartir algún aspecto cultural en común. Pero esta práctica lejos de beneficiarnos lo único que logra es cerrar la mente a nuevas experiencias y a conocer en profundidad al otro.
Aceptar las diferentes maneras de pensar, aun sin compartirlas, y poder convivir y generar vínculos con personas diferentes a nosotros es un signo de inteligencia emocional ya que favorece la empatía, el poder colocarse en el lugar del otro e incorporar en nosotros mismos nuevas maneras de ver el mundo.
3. La voluntad como eje principal del éxito
No triunfa quien tiene un gran día o talento, sino quien sigue intentando cuando varias puertas se han cerrado en el pasado. La voluntad y determinación que genera no darse por rendido y no acatar como una tabla sagrada las imposiciones que la sociedad ha depositado en nosotros logran con el paso del tiempo revertir cualquier traspié y conseguir el esperado logro.
No se aprende a hablar, caminar, andar en bici o leer de un día para otro, como tampoco se recibe de ingeniero, médico o abogado quien tiene la capacidad cognitiva para rendir materias sino aquel que todos los días tiene el hábito de ir a la facultad, no demorarse en los tiempos, balancear con diversión su vida personal y persistir en el intento de la meta propuesta.
En el mundo de los negocios y sobre todo de los emprendimientos que apenas comienzan tener la inteligencia emocional para fijarse plazos e ir cumplimentándolos pese a las piedras en el camino es la verdadera llave de la realización. Esto es más importante que la idea del millón, el capital y la tecnología.
«Siempre tendrás una oportunidad de triunfar si no te rindes. Darse por vencido es la mayor de las derrotas" (Jack Ma, fundador de Alibaba)
4. Ser feliz durante el trayecto
La felicidad no es en sí mismo un sentimiento que se pueda sentir de manera única sino que para lograr un estado feliz hacen falta variables que estén en sintonía, como sentirse conforme y satisfecho con uno mismo , dejar atrás los dolores del pasado, tener aspiraciones de futuro, dar sin esperar recompensas, formar relaciones de amor , y dedicarse a lo que verdaderamente genere pasión y entusiasmo.
Dicho de esta manera pareciera escaparse aún más la tan preciada felicidad, pero si logramos comprender que sólo dando el primer paso y estando en el camino que nos lleve a nuestros deseos ya se comienza a sentir felicidad de inmediato sin la necesidad de grandes hazañas o logros, no la veremos tan lejana.
La felicidad se experimenta cuando la motivación de nuestros proyectos logran derribar los miedos del pasado y nos llevan a un lugar que nos obligue renacer, mejorar, cambiar y brillar. Este estado, si no sabemos mantenerlo puede ser solo un momento, pero si persistimos en el intento puede durar una eternidad .