Aida no tiene doctorados, ni grandes empresas, ni reconocimiento internacional. Su voz es tan simple como profunda y significativa.
Aida Mbaye trabaja en un vertedero de basura en Senegal. Muchos piensan que es un trabajo sucio pero ella no reniega de esa suciedad, al contrario la enorgullece porque esta actividad le permite ganarse la vida y ser una mujer independiente.
Con el ejemplo de Aida en nuestros corazones, brindemos por un 2018 con salud y trabajo para todos.